Hay muchos pacientes que no pueden evitar padecer ansiedad o miedo a la hora de acudir al dentista, y en este sentido la sedación en la clínica dental facilita un estado de bienestar y reduce la tensión y la ansiedad que padece el paciente para poder llevar a cabo los tratamientos odontológicos. A continuación, detallamos los tipos de sedación en odontología para que puedas conocer un poco mejor estos métodos.
La sedación en odontología
Dentro de la odontología existen diferentes tipos de sedaciones de las que los pacientes se pueden beneficiar ante las intervenciones que se llevan a cabo en las clínicas. Gracias a la sedación se pueden reducir las molestias que producen los tratamientos que se realizan, otorgan cierta seguridad al paciente y ayudan a trabajar a los profesionales con una tranquilidad mayor.
La sedación en odontología nos sirve para evitar el miedo, la ansiedad y disminuir las molestias y el dolor de un paciente al que se le van a realizar tratamientos odontológicos. Los procedimientos clínicos dentales en los centros especializados se pueden beneficiar de técnicas de sedación consciente a estos niveles. Respecto el nivel de alteración de la consciencia contamos con diferentes tipos de sedación.
Tipos de sedación dental
La sedación profunda produce una depresión farmacológica del nivel de consciencia durante la cual el paciente solo responde adecuadamente ante estímulos físicos, incluso dolorosos. Puede existir cierta alteración en la capacidad de mantener la función respiratoria, aunque la función cardiovascular normalmente se mantiene inalienable.
También existe la anestesia general en este campo, en este caso se produce una pérdida de consciencia por vía farmacológica, durante la cual el paciente no reacciona ni ante estímulos dolorosos. Se requiere muy habitualmente la protección de la vía aérea y la ventilación positiva. La función cardiovascular también puede verse alterada con la anestesia general.
Los procedimientos clínicos odontológicos en las clínicas o consultorios dentales ordinarios también se pueden beneficiar de las técnicas que se conocen como sedación consciente en varios niveles. La “sedación mínima” o “ansiolisis”, mediante el uso de fármacos administrados por vía oral o sedación inhalatoria con óxido nitroso y la “sedación Moderada” mediante la administración de fármacos por vía endovenosa.
Ventajas de optar por la sedación
El miedo al dentista es una de las principales barreras a la hora de acudir a un centro odontológico o a una clínica especializada. Esta fobia afecta negativamente a la salud bucodental ya que, por miedo, el paciente no acude a las revisiones necesarias con su dentista y pueden aparecer o agravarse las patologías orales existentes.
Para las personas que padecen lo que conocemos como odontofobia, una simple limpieza o revisión dental supone un alto nivel de estrés y ansiedad, por lo que suelen postergarlo una cantidad de tiempo arriesgada para la salud. Este aplazamiento de las visitas al dentista es una de las principales causas de la aparición de enfermedades comunes como la caries o la periodontitis.
La sedación en odontología permite conseguir un estado de relajación y tranquilidad para el paciente, pero además tiene otras ventajas: la disminución de la ansiedad del paciente, una mayor seguridad en la consulta, más facilidad para la realización de tratamientos en una sola sesión y una mejor recuperación y postoperatorio.
Clínicas en las que se puede utilizar la sedación consciente
Este tipo de técnicas requieren de algunos recursos técnicos y humanos que no están al alcance de todas las clínicas dentales. Además de la maquinaria adecuada, la clínica debe contar con una sala de cirugía preparada y con un ambiente que incite a la relajación y al bienestar. Es crucial conocer este dato a la hora de escoger en qué lugar se quiere realizar el tratamiento, ya que si un paciente tiene ciertos miedos el saber que está en un lugar preparado para usar la sedación en odontología podría ayudarle la tomar la iniciativa y realizar los tratamientos necesarios con mayor tranquilidad.
Es necesario que la aplicación de la sedación en odontología esté supervisada en todo momento por un profesional médico anestesista o un odontólogo formado en este aspecto, siempre de la mano de los especialistas capacitados para ello y no con auxiliares sin la preparación necesaria. Esta persona se encargará de controlar las constantes vitales del paciente y determinar el tipo o la cantidad de anestesia que se administra al paciente.
En suma a estos elementos, antes de someterse a un tratamiento con sedación en odontología, se deben realizar algunos pasos previos al procedimiento para tener el control necesario y actuar de manera segura y eficiente. En primer lugar, el odontólogo debe conocer el estado de salud general del paciente y no solo de sus características bucodentales. Además, se debe realizar una prueba de coagulación y un electrocardiograma, para utilizar la técnica de sedación más adecuada a las características del usuario.