La salud bucodental requiere de continuos cuidados y de mucho seguimiento. Tenemos que mantener una correcta rutina e higiene y visitar periódicamente a nuestro dentista. Aún así es posible que por diversas circunstancias podamos sufrir problemas de salud en nuestra boca. Pueden ser debidas a diversas causas y requieren de un tratamiento específico para ser solucionadas.

Una serie de infecciones orales suelen suceder con frecuencia incluso al que vigila con toda atención su salud bucodental. Aunque no suelen ser graves y se suelen detectar con facilidad, es necesario aplicar el correcto tratamiento para evitar que se provoquen mayores daños. Con ayuda del especialista y gracias a su seguimiento efectivo tendremos estos problemas más que controlados.

En primer lugar, se coloca la caries dental. Es una de las infecciones orales más frecuentes sin duda y la que se debe tratar con mayor eficacia. Existen muchas maneras de prevenir la caries: cepillado de dientes al menos dos veces al día, uso de hilo dental, usar pasta rica en flúor y evitar comer alimentos con mucho azúcar.

Puede ser el origen de otras infecciones orales que trataremos a continuación como la gingivitis. Se producen por la desmineralización de del esmalte de los dientes por la acción de la placa bacteriana que recubre los dientes al producir ácidos cuando descompone el azúcar presente en la boca.

El tratamiento que soluciona esta infección oral pasa por realizar un empaste o la extracción si la pieza dental se encuentra muy dañada. Hay que realizarlo cuanto antes para evitar que se extienda demasiado y para evitar otro tipo de problemas que puede generar como ya hemos señalado.

La gingivitis también se suele dar con frecuencia. Es una infección oral que afecta a las encías cuyos síntomas son inflamación, irritación o sangrado durante el cepillado. La principal causa suele ser una higiene bucal deficiente. La creación de la placa bacteriana por la acumulación de bacterias que se produce por un cepillado deficiente puede causar sarro que es bastante nocivo para nuestras encías.

Tenemos que realizar un seguimiento de nuestra salud bucodental con profesionales

Esta acumulación de bacterias y toxinas provocan un efecto irritante en las encías. Sí esta infección oral no se trata puede causar el grave deterioro de esta zona de nuestra boca provocando el retraimiento de las encías y poniendo a nuestras piezas dentales en verdadero peligro. En fases más avanzadas puede ser causa de periodontitis que significa la afectación del hueso maxilar.

La periodontitis desgasta el hueso de la mandíbula y puede provocar la pérdida de la pieza dental. Para evitar estos problemas se deberá mejorar las técnicas de higiene dental con ayuda del dentista o del higienista dental. Si existe sarro se deberá retirar mediante la realización de una limpieza dental. Con esto suele bastar para que el problema desaparezca.

Si la periodontitis está muy avanzada puede que se necesite una intervención quirúrgica para retirar los tejidos infectados y para realizar injertos óseos si es necesario la regeneración de tejidos.

Las aftas son otro tipo de infección bucal bastante frecuentes sobre todo entre adolescentes y niños. Su aparición puede deberse a causas muy variadas. Suelen originarse por heridas que se producen en el interior de nuestra boca que suelen ser provocadas por los mismos dientes. Otras causas son el estrés o trastornos hormonales (de ahí que se suelan producir mucho en adolescentes).

Es necesario tratar estas infecciones orales para evitar dolencias más graves

Su apariencia es de una herida que suele ser de pequeño tamaño (inferior a un centímetro) de color blanco con tejido irritado a su alrededor. Suelen ser bastante dolorosas y molestas. Las también llamadas llagas son una infección oral que aparece por la acumulación de bacterias naturales de la flora bucal en la herida provocando una reacción inmunológica.

Como siempre una correcta higiene bucal nos puede ayudar a prevenir este tipo de infecciones orales. Normalmente suelen desaparecer solas y lo que se trata sobre todo es el dolor y la inflamación mediante anestésicos y antiinflamatorios. Si las aftas persisten pueden ser a causa de otros problemas específicos como alergias, carencias nutricionales alteraciones del material mucocutáneo por enfermedades concretas.

El herpes bucal es otra de infecciones orales que podemos observar en muchos sujetos. El también conocido como herpes labial (ya que se da en esta zona) es causado por el virus del herpes simple de tipo VHS-1 que se transmite a través del contagio. Cuando está más activo se presenta en forma de ampollas cercanas al labio que cuando se rompen genera una costra.

Generalmente tras este proceso suelen desaparecer sin dejar cicatriz. Este virus una vez contraído no se puede curar por lo que su reacción puede aparecer cada cierto tiempo debido a factores como el estrés, fatiga y todo aquel proceso que provoque cambios en el sistema inmunitario. Los tratamientos antivirales sólo se destinan a reducir el tiempo de activación del herpes y también para que se produzca con menos frecuencia.

La mejor manera para prevenir esta infección oral es evitar el contagio evitando el contacto directo con la zona cuando el herpes se encuentre más activo. Tampoco se deben compartir alimentos ni instrumentos como cucharas o tenedores. Si eres portador debes lavarte las manos frecuentemente para evitar el contagio.
Si tienes cualquier duda sobre tu salud bucodental acude a nuestros profesionales en nuestra Clínica García & Domenech. Encontrarás el trato de confianza que necesitas.